Una casa que se encuentra vacía y unos propietarios alejados, son los ingredientes que necesita un okupa para invadir una residencia. Ellos solo necesitan echar la puerta abajo, instalarse y acomodarse.

Mientras tanto, el propietario solo le toca esperar de brazos cruzados mientras la justicia del país hace su intervención.

En medio del confinamiento que se vivió por la pandemia de Coronavirus, muchos propietarios no lograron visitar sus segundas residencias y poder comprobar que todo se encontraba en orden. Inclusive, ni siquiera pudieron alquilarla a turistas durante un periodo de tiempo.

Este abandono a las segundas residencias, que se dio de forma obligada por el confinamiento estricto, y las recientes noticias de aparición de grupos de okupas ilegales de inmuebles, ha hecho que muchos dueños de casas opten por valerse de los servicios de empresas de seguridad para instalar sistemas de alarmas en las residencias vacías.

En este sentido, el director de la Unidad de Negocio Residencia adscrita a la Multinacional Norteamericana Johnson Controls, José González Osma, ha señalado que “ahora mismo hay casi más miedo a la okupación que al robo”, y “tener una alarma es garantía de que en caso de que okupen una vivienda les desalojen de inmediato”.

Son tan altos los niveles de pánico que ADT, una unidad de negocio residencial de la misma Johnson Controls Building Technologies & Solutions, ha reportado un incremento considerable en sus ventas en muchas regiones de España.  Se calculan entre un 10 % y un 15 %, todo ello producto exclusivo de la okupación ilegal.

Estos individuos han sido tan descarados que González admite que se han detectado “un par de casos de okupas que han llamado para poner una alarma en la vivienda que han asaltado”. “Es posible, porque ninguna compañía de seguridad pide las escrituras de la casa, pero como somos muy rigurosos a la hora de hacer preguntas previas a la contratación, en el momento que sospechamos cualquier cosa extraña avisamos a la policía”.

Entre tanto, Securitas Direct ha confirmado que más del 16% de la cartera de clientes que decide dar de alta los servicios de protección al hogar, lo hace por los motivos de las okupaciones ilegales que vienen dando en el país. Este interés ha venido creciendo a lo largo de los años.

No se trata solo de clientes particulares, también los bancos y los fondos de inversión, que cuentan con muchas casas vacías, se encuentran preocupados y quieren proteger sus propiedades, ya que la situación se ha convertido en una problemática global.

Importancia de las alarmas

La alarma juega un papel primordial para evitar la okupación ilegal de las residencias vacías. Un sistema de alarmas, otorga rapidez de actuación ante los posibles okupas y así evitar que estos te dejen sin la casa.

Mediante un sistema de alarmas, la policía y el propietario pueden recibir una señal de alerta que se dispara cuando se detecta alguna intrusión dentro de la propiedad.

La policía acude rápidamente al llamado y procede a la detención de los okupas ilegales, valiéndose de lo que se denomina delito flagrante. O bien, procede a realizar el desalojo inmediato de los mismos de la propiedad.

En este sentido, el equipo de Securitas Direct opina que “el poder detectar una intrusión (gracias al equipo humano y a una innovación constante) nos permite activar los protocolos necesarios para avisar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, posibilitando que la okupación pueda ser evitada al intervenir durante el allanamiento”.

Aparte de las alarmas, se han venido instalando otras series de medidas que buscan disuadir a los okupas para no invadir las viviendas. Entre ellos se destaca el hecho de colocar una placa de aviso en las fachadas de las casas.

Del mismo modo, las empresas de seguridad, una vez que identifican una intrusión, generan un humo muy denso que obliga a que los okupas abandonen la propiedad.